Un icono distintivo de Villa Carlos Paz, un pintoresco pájaro de madera asoma cada media hora.
Construido por ingenieros alemanes con técnicas tradicionales de su país de origen, fue instalado en Carlos Paz en 1958. Con un porte de más de 7 m de altura, una pesa de más de 120 kg mantiene su maquinaria en movimiento, en tanto una caja de madera raulí, exquisitamente decorada, recubre el conjunto.
En el centro de Villa Carlos Paz, se encuentra este paseo, una concurrida calle donde se reúnen los artesanos locales para exponer y vender sus obras. En temporada alta los puestos permanecen abiertos hasta altas horas de la noche. Entre los diversos trabajos se destacan las tallas de maderas y las artesanías en cerámica.
Como una manifiesta línea del tiempo, este Museo de Tractores recoge más de 250 máquinas exhibiendo así modelos producidos entre 1880 y 1950. Entre las piezas destaca un tractor a vapor de la marca Case -origen Americano-; el primer tractor con tracción 4x4 inventado en el mundo, con rodado de hierro y originario de 1925; tractores orugas; las primeras máquinas viales utilizadas en el país; trilladoras movidas por motores a vapor; y un interminable muestrario de ejemplares que encuentra su última expresión en el Tractor Pampa, de fabricación nacional, correspondiente a la década de 1950.
Pero la colección de este espacio cultural no se limita a las herramientas rurales, sino que se completa con otros tantos vehículos, utensilios y rasgos culturales propios de principios del Siglo XX. Así aparecen en el predio antiguos autos; un prototipo de la máquina que se utilizara para fabricar la Chinchibira -la primer gaseosa argentina-; una primitiva máquina de fabricar escobas; una escenificación del tradicional Almacén de Ramos Generales, la Pulpería, la Oficina del Juez y el Comisario, además de un casamiento tal y como se desarrollaba en la época.
Entre los objetos de uso cotidiano de aquellos días destacan un ventilador a gas, un lavarropas movido con motor a nafta, un surtidor de combustible mecánico, baúles con los que cargaron los primeros inmigrantes en su travesía transoceánica.
La ciudad de Carlos Paz está atravesada por el río San Antonio que, junto con la vista de las sierras que la rodean, le aportan al paisaje urbano una unidad natural e ininterrumpida con el entorno serrano.
El río San Antonio desemboca en el Lago San Roque, que constituye el sello característico y emblemático de Villa Carlos Paz. Este gran espejo de agua, además de ser atractivo permite el desarrollo de gran variedad de actividades recreativas y deportes náuticos, como la navegación a vela y a motor, el sky acuático y las motos de agua.
Terminado en 1944, tiene un volumen de 350 Hm3, una cofa de vertedero de 35,30 m y reemplazó al construido entre 1885 y 1891 por los Ingenieros Cassaffousth, Bialet Massé y Dumesnil. En su momento fue el mayor del mundo.
Reúne el caudal de los ríos Cosquín y San Antonio y de los arroyos Las Mojarras y los Chorrillos. Las aguas son aprovechadas para el riego de 30.000 hectáreas aproximadamente, entre Córdoba y La Calera.
Este hermoso espejo de agua permite la práctica de esquí acuático, motonáutica, windsurf.
Al cerro de La Cruz se arriba por un camino serpenteante de 2.200 m de recorrido, cruzando 7 colinas hasta llegar a los 1.000 m. En la cima, hay una cruz de 15 m de altura.
La aerosilla, de 1 km de recorrido, conduce a una terraza mirador ubicada en un cerro que permite obtener una magnífica vista de la ciudad y alrededores. En la base hay un acuario y una confitería.
Las instalaciones incluyen, además, una pileta, un solarium, una exposición de diversas piezas arqueológicas y el "aerotren", un monocarril que pasea alrededor de la cumbre.
Orillas del Río San Antonio, admirando los puentes que lo cruzan en una sutil invitación a trascender entre ambas márgenes y conocer distintos sectores de la ciudad, se extiende la fascinante costanera de Villa Carlos Paz.
Una interesante forestación que agrada a la vista con su apariencia, y a las sensaciones con su frescura, acompaña a la costanera en todo su desarrollo, seduciendo al disfrute de jornadas de picnic al aire libre con la tranquilidad característica de estos destinos.
La Costanera se inicia en Avenida Sabattini y en su recorrido permite la contemplación del Paseo de los Patos, clubes náuticos, refrescantes balnearios, campings, un polideportivo y mucho más.
Brindando continuidad al encanto paisajístico hacia el final de la magnífica costera, el Paseo de las Farolas integra la cartelera turística de Villa Carlos Paz desde su inauguración en el año 2001.