Parque Arqueológico considerado uno de los atractivos culturales más importantes de toda Sudamérica, las Ruinas de Santa Fe, La Vieja, exponen a la vista y el descubrimiento de los visitantes el asentamiento original de la ciudad de Santa Fe.
Perdidas bajo la tierra tras el abandono de la antigua aldea, las construcciones serían exhumadas en 1949, surgiendo más de 70 edificios y revelando el primitivo trazado de las calles y manzanas.
Las ruinas principales corresponden a las de la antigua iglesia de San Francisco, las de Santo Domingo y las de La Merced. En ellas pueden verse restos óseos de los antiguos habitantes enterrados allí.
El Parque Arqueológico incluye además un museo que recorre la historia desde los tiempos hispánicos hasta la fundación de Santa Fe en su posicionamiento actual.
Bajo la denominación de "Cecil José González", los pobladores de Cayastá crearon en el año 2005 el Museo del Recuerdo. La obra consistió en el aporte de un pequeño retazo de historia por cada uno de los vecinos, y en su consecuente protección y exposición en el viejo almacén de ramos generales de la localidad.
Actualmente pueden admirarse allí un mimeógrafo de la década del 30 que funcionara en el cine Libertad; un andador para pequeños originario de los 40; y numerosas herramientas capaces de describir la evolución agrícola y ganadera de la zona.
No obstante, ofertas económicas dificultan la conservación de numerosas piezas que se venden a precio dólar retirándoselas del museo.
El corredor turístico de la costa conducirá, además de hacia las reconocidas ciudades vacacionales, por diferentes parajes entre los cuales destacan Campo García, Vuelta el Dorado, Estancia El Mocoretá, Las Cuatro Bocas y Potrero Gazpoz.
Las Cuatro Bocas: histórico y natural se instituye en el punto preciso donde se cortan en cruz dos caminos reales. Este lugar fue escenario del Combate de Cayastá.
Vuelta el Dorado: se trata de un meandro del río donde existiera con anterioridad un fortín custodiado por soldados, ya que solía ser el corredor utilizado por los malones para el ingreso a Santa Fe. Comienza en este paraje el campo que fuera del Conde Testares de Boisbertrand, fundador de la Colonia de Cayastá.
