Teniendo en cuenta que esta ciudad se caracteriza por el mantenimiento de sus tradiciones friulanas, los visitantes llegan con el objetivo de conocer lugares históricos. En la actualidad, los museos, iglesias y capillas y las bodegas, son puntos de referencia a la hora de conocer Colonia Caroya. La estancia Jesuítica Caroya y el Museo Casa Copetti reflejan aún como era la vida de los primeros colonos que llegaron a éstas tierras. Conocer ´´El camino del vino´´ es una de las principales alternativas a la hora de conocer la historia de la ciudad. Las cuatro que hoy trabajan en la producción de vino (La Caroyense, Nanini, Don Coco y Campana) tienen horarios de visitas semanales, y hasta sus propios museos, con las herramientas con las cuales se trabajaba a principios del siglo XX.
Además de llevarse los vinos y los salames de la Colonia, los visitantes también llegan para degustar los platos típicos de la ciudad. En la actualidad, hay una gran variedad de comedores y restaurantes que ofrecen, principalmente, pastas caseras. Entre ellos, se destacan Casa del Friuli, Macadam, Giorgio, Fertilia y la Buona Pasta de Minga, que colman sus instalaciones los domingos al mediodía. La capacidad hotelera no es importante, debido a que Colonia Caroya se caracteriza por ser una ciudad de paso, y no de permanencia de turistas. Igual trabajan cinco hoteles y hospedajes (la mayoría, muy próximos a la ciudad de Jesús María).