Ubicado a 96 km de La Rioja, es un inmenso peñasco que se caracteriza por presentar una erosión muy particular.
Además de la belleza natural, Anillaco se distingue de otros lugares de La Rioja por sus calles asfaltadas y sus pintorescas casonas.
A la vera del camino de entrada, plantaciones de vid, olivo y frutales preludian las delicias artesanales que el visitante podrá degustar y adquirir en el pueblo: vinos exquisitos; variedad de dulces de membrillo, tomate y zapallo; alfajores de miel de caña; nueces confitadas; aceitunas; cebollitas en aceite; higos verdes en almíbar.
El pueblo riojano de Anillaco se encuentra ubicado al pie de la Sierra de Velasco,en una zona conocida como La Costa, a 97 kilómetros de La Rioja, la capital provincial, con la que se comunica a través de la Ruta Nacional Nº 75; su altitud es de 1300 m sobre el nivel del mar.
Se trata de una apacible Villa, cuyo nombre significa “aguada del cielo”, y que cuenta con hermosos paisajes serranos, viñedos, campos frutales y vertientes naturales. Se puede visitar la Iglesia de San Antonio, obra de Casimiro Godoy, construida en el año 1862 y en cuyo altar hay dos ángeles pintados por el artista uruguayo Carlos Páez Vilaró; el Centro Regional de Investigaciones Científicas y Transferencia Tecnológica, dependiente del CONICET y que lleva adelante importantes investigaciones en la región, la Planta de Piscicultura, donde se crían diversas especies de truchas y esturión, las Bodegas San Huberto y el camping. Anillaco posee además confortables alojamientos, restaurantes, confiterías y venta de artículos regionales, como dulces caseros, confituras y alfajores.
Su clima se caracteriza por su aridez y las grandes amplitudes térmicas.