Reservorio cultural en todas sus expresiones, este espacio de la ciudad de Rawson invita a deleitarse con exposiciones de majestuosas obras de artistas plásticos regionales y nacionales; encuentros artísticos; festivales musicales; obras de teatro, proyección de películas, y todo lo que pueda constituir una muestra cultural disfrutable en un espacio cerrado.
Fundado en 1976, el Centro Cultural José Hernández ha permanecido desde entonces siempre activo y poseedor de propuestas tentadoras.
Cuenta en su edificio con una sala de usos múltiples donde se han desarrollado las más diversas actividades artístico- culturales, seduciendo a turistas y pobladores con su magnífico nivel.
Una sala, dividida en ocho secciones, conforma la estructura edilicia de este museo que recoge la historia de Rawson, desde la soledad de las comunidades indígenas, y la posterior llegada de inmigrantes galeses, hasta la actualidad.
Inaugurado en el año 1941, el museo intenta mantener viva la memoria de la orden misionera que le da nombre, desde su encuentro con los Tehuelches, hasta el día de hoy.
El circuito comienza por el principio, exponiendo en el hall central objetos pertenecientes a los tehuelches y mapuches que dominaban la zona antes de la conquista de los españoles; apreciándose posteriormente testimonios de la llegada de los colonizadores, la fundación por parte de estos del Puerto de San José y del Fuerte posteriormente destruido por un ataque indígena; así como piezas que llegaron hasta estas tierras dentro del buque Mimosa, el cual transportó al primer contingente de galeses hasta esta región patagónica.
La exposición se completa con restos fósiles; ejemplares de flora y fauna embalsamados; objetos que acompañaron el desarrollo urbano de la localidad; imágenes religiosas; una importante colección de monedas, billetes y medallas; y piedras de la Patagonia.
Típica postal de esta ciudad capital, el agua, las barcazas pesqueras que pintan el paisaje de amarillo y las cantinas del puerto, conforman un atractivo cuadro que ningún turista puede perderse. Encantador tanto a la vista como al olfato -que se deleita con el aroma a comidas tradicionales-, el puerto invita a degustar sabrosas paellas y cazuelas, entre otros exquisitos platos elaborados a base de pescado.
Ideal para avistar lobos marinos, ya que acostumbran acompañar las embarcaciones que llegan hasta el muelle, el puerto es también lugar de desarrollo de diversos encuentros deportivos.
Durante el verano, multitud de turistas y residentes de Rawson se congregan en el puerto para compartir la tradicional Fiesta de los Pescadores y conocer la nueva reina. Otro importante evento lo constituye la procesión náutica con la virgen Stella Maris, patrona del mar. En dicha ocasión, los barcos de pesca parten del muelle y navegan por Playa Unión arrojando flores al mar en honor a los marinos perdidos.
Con una gran bahía y enormes olas pintando de turquesa el paisaje, Playa Unión es más que una tranquila villa balnearia, es un escenario fascinante donde las toninas son protagonistas y los deportes náuticos tienen papeles importantes.
Extendiéndose sobre la costa patagónica, muy cerca de la ciudad de Rawson, Playa Unión ofrece uno de los espectáculos naturales más apasionantes: el baile de las toninas overas a las embarcaciones que parten desde el puerto. Esta simpática especie de delfín exhibe sus encantos a pocos metros de distancia de las playas, convirtiéndose en uno de los principales atractivos turísticos de la región.
Playa Unión atrae además hacia sus opciones activas, desde largas caminatas por las limpias playas contemplando el paisaje de ensueño que dibujan la diafanidad del agua y el azul del cielo, hasta la práctica de los deportes náuticos más audaces, entre los que prevalecen el windsurf y el surf.
Plena de magia entre los meses de septiembre y abril, Punta Tombo ampara anualmente a miles y miles de pingüinos magallánicos que han elegido este sitio del litoral patagónico argentino para reproducirse y prolongar la especie. Un espectáculo único imposible de encontrar en otra franja del continente, durante unos siete meses la colonia de pingüinos de Magallanes desarrolla su vida con normalidad ante la mirada de infinidad de turistas que llegan hasta Punta Tombo atraídos por la majestuosa escena natural.
Declarada reserva provincial, con el objetivo de brindar un ámbito propicio y proteger una de las colonias de aves marinas más diversas de Argentina, Punta Tombo es hábitat de casi dos millones de pingüinos de Magallanes. Otras especies de aves marinas también han elegido este magnífico sitio patagónico para nidificar y criar sus pichones, entre ellas se cuentan la gaviota cocinera gris o austral, el skúa o salteador, el cormorán real y el de cuello negro, la paloma antártica, el pato vapor, gaviotines y petreles.
Un paraíso alado, Punta Tombo brota a poco más de 100 km de la ciudad de Rawson constituyéndose en un atractivo de excelencia de toda la provincia de Chubut.
Ubicado en la entrada de Sierra de los Padres, el Zoológico es un lugar ideal para disfrutar en las tardes de sol. Pensado como centro de rescate, reproducción y crianza, es el hábitat en el que conviven más de 300 animales, entre los que se destacan los pavos reales, flamencos, leones y llamas.
En el sector botánico se pueden observar alrededor de 100 variedades de árboles, conformando un espectáculo de coloridas hojas y flores que sorprenderá al visitante. Juegos de aventura, actividades recreativas, confitería y restaurante, completan esta inigualable opción.