Camino peatonal que se extiende a lo largo de unos 100m configurándose como postal inevitable de La Boca. No hay puertas ni veredas, sólo ventanas y balcones de casas multicolores que miran hacia el caminito. Atravesado antiguamente por el ferrocarril, constituye hace tiempo un paseo de adoquines que, a modo de museo al aire libre, deja relucir el arte de pintores bohemios y cantantes de tango en sus inmediaciones.
3 cuadras donde el antiguo Buenos Aires se refleja en la edificación original del barrio, con sus casas de chapa y colores variados.
Lo conforman figuras de cera de tamaño natural ambientadas en escenas que recorren la Historia Argentina desde la época colonial hasta el presente. Las estatuas son obra del artista Domingo Tellechea.
Típicas de La Boca, estas cantinas ofrecen exquiciteses de la cocina inmigrante italiana. Las pastas y los frutos del mar son su especialidad.
Esta llamativa edificación es una réplica de la residencia donde vivió el almirante Guillermo Brown, el marino irlandés que comandó la Armada Argentina durante la gesta de independencia de la corona española, en 1810, y representó a las Provincias Unidas durante la guerra con el imperio del Brasil, en 1826, y el bloqueo francés del Río de la Plata en 1838. Fue inaugurada en el año 1983 y en ella funciona un instituto de investigaciones históricas.
El Viejo Puente, de estructura de hierro, es el símbolo del antiguo barrio. Construido en 1908, actualmente está en desuso. Unía la ciudad con la provincia de Buenos Aires a través del Riachuelo. Transportaba peatones, carros y tranvías. El Viejo Puente y los barcos abandonados pueden ser contemplados desde la rambla que bordea al Riachuelo. Desde la conocida Vuelta de Rocha se aprecia una interesante perspectiva del puente. Desde su base, el viajero puede alquilar botes que cruzan pasajeros al otro lado del Riachuelo, como se hacía originariamente. Fue declarado Monumento Histórico Nacional. Este puente fue reemplazado por el Nuevo Puente, de tránsito ligero, en el año 1940. Por medio de las escaleras mecánicas de este moderno puente se puede apreciar desde una interesante altura una vista panorámica del barrio de La Boca. Igualmente, por el río, un grupo de boteros une las dos orillas en un viaje bastante corto, desde el barrio de La Boca a la isla Maciel. El Nuevo Puente Avellaneda se llama así en honor al presidente de la República Nicolás Avellaneda (1874-1880), quien terminó la conquista de la Patagonia (1879) y federalizó la ciudad de Buenos Aires (1880).
Próximo al Museo de Bellas Artes de La Boca, se construyó en el año 1971 en un terreno donado por Benito Quinquela Martín y, por sugerencia de este, sus butacas fueron pintadas de diferentes colores, características de sus pinturas y del antiguo barrio.
Inaugurado en el año 1938, se ubica en Av. Pedro de Mendoza 1835, y está consagrado exclusivamente a pintores y artistas argentinos. Con esa condición el predio fue donado por Benito Quinquela Martín En este museo se encuentra la obra preferida del mencionado artista: "Crepúsculo", pintado en 1922. Siete años después, cuando Quinquela Martín llevó su exposición a Roma, Benito Mussolini (1883-1945) quizo adquirirla extendiéndole un cheque en blanco, pero el pintor argentino nunca la vendió. Finalmente, el Duce italiano eligió otra obra: "Momento Violeta", que se halla en el Museo de Arte Moderno de Roma. En este museo se exponen además los cuadros y esculturas de Victorica, Sívori, Spilimbergo, Lacámera, Fader, De La Carcova, Forner, Castagnino, Yrurtia, Lagos, Briano y otros. Es interesante recorrer la sala donde se exponen los mascarones de proa y maquetas de barcos.
