Compuesto por más de 300 piezas, el Museo Comunitario de Villa Regina evoca los orígenes de la localidad, allá por 1924, tratando especialmente el tema de las colonizaciones de campesinos inmigrantes.
Posee una sala destinada exclusivamente a las manifestaciones de las culturas indígenas anteriores al poblamiento blanco de la zona.
Cuenta además con una biblioteca especializada y brinda diferentes servicios educativos y de extensión a estudiantes, investigadores y público en general.
Recordando el nombre de Cono Randazzo, el Anfiteatro Municipal de Villa Regina aparece al pie de la magnífica barda ocupando un terreno de al menos 2 hectáreas.
La primera parte de la obra fue inaugurada en noviembre de 1974, en ocasión de los festejos del cincuentenario de la ciudad. Actualmente, su escenario central ostenta dimensiones deslumbrantes, y las gradas cuentan con la posibilidad de albergar a unas 5 mil personas.
Instalaciones sanitarias, sectores de vestuarios, y control de iluminación y sonido, completan la infraestructura del anfiteatro de Villa Regina, inserto en un paisaje de gran belleza.
Instalado en el año 1964 en homenaje al indio que habitó esta región, conocida hoy como del Comahue, el monumento al Indio Comahue se erige sobre la barda norte constituyéndose en un incomparable mirador de la ciudad de Villa Regina.
La barda norte es una meseta de entre 70 y 80 m de altura cubierta por vegetación de tipo arbustiva, a la que es posible acceder por medio de dos caminos, uno de los cuales encuentra su punto de partida frente a la Estación del Ferrocarril, a escasos metros del centro.
También conocida como la capilla de la barda o simplemente la capilla, fue construida en 1933 por iniciativa del Padre Marcelo Gardín. Durante 31 años fue la única manifestación material del quehacer humano sobre la línea de la barda, hasta que en 1964 encontró compañía en el monumento al Indio Comahue.
Pintoresca y espiritual, la capilla aparece a la vista como un templete emplazado en la meseta norte de Villa Regina, a escasos metros de la cresta de la barda, y mirando hacia la ciudad.
Magnífico lugar donde pasar el día al aire libre, la Isla 58 es en realidad una pequeña península, rodeada por un brazo seco del río Negro, y emplazada en un predio de casi 57 hectáreas de vegetación. Podrá disfrutar aquí de un placentero baño, así como de jornadas de camping con todos los servicios esenciales.
Espacio ideal para el desarrollo de paseos, caminatas, cabalgatas, pesca, remo, natación y muchas otras actividades, la Isla 58 ostenta un paisaje compuesto por cipreses, eucaliptos, álamos, sauces, pinos y acacias, que la torna aún más atractiva.
El Cámping Municipal, localizado en la zona central del Parque, funciona durante todo el año, y cuenta con una importante infraestructura de servicios que permite vivir la experiencia sin otra preocupación que el disfrute pleno y el descanso deseado.
