También conocido como Ruta de los Acantilados, este circuito constituye uno de los principales atractivos incluidos por la ciudad de Viedma en su cartelera turística.
Consiste en un recorrido por la Ruta Provincial Nº 1, a través de los 210 km que conducen, bordeando la costa, desde la capital provincial hasta el Puerto de San Antonio Este, y en cuyo trayecto el turista es invadido por infinitas bellezas y sensaciones.
La primer villa en aparecer es El Cóndor, centro de servicios de la zona donde es recomendable proveerse de todo lo necesario para la excursión; unos 16 km más adelante brota El Espigón, zona de increíbles formaciones rocosas; siguiendo el camino surgirán dos de los más destacados espacios de este itinerario Playa Bonita y La Lobería, majestuosos balnearios donde disfrutar al máximo la estación estival. Poco más habrá que transitar para llegar a la Reserva Faunística de Punta Bermeja, donde los miradores y senderos permiten contemplar la mayor colonia de lobos marinos de un pelo de la Patagonia, toninas overas, orcas y ballenas francas. Continuando el recorrido surge Bahía Rosas, y con ella la posibilidad para la pesca costera de tiburón. La próxima parada será Bajada Echandi, siguiendo por Bahía Creek, y llegando posteriormente a Caleta de los Loros, la cual constituye una reserva natural de usos múltiples. Finalmente se llega a Punta Mejillón, último sitio de interés previo al Puerto de San Antonio Este.
Estos escenarios naturales de incomparables bellezas, destacados a su vez como sitios ideales para la pesca, y por sobre todo poseedores de una gran variedad de flora y fauna, hacen del Camino de la Costa Atlántica un circuito inomitible para quien vacaciona en la ciudad de Viedma o sus cercanías.
Conformado por la Iglesia Catedral, la ex capilla del Colegio María Auxiliadora, el ex Colegio San Francisco de Sales y el Obispado, este conjunto edilicio de gran importancia histórico- cultural para la ciudad de Viedma, se sitúa frente a Plaza Alsina convirtiéndose en paso obligado de los turistas que se hospedan en la capital provincial.
Ocupando una manzana en pleno centro urbano, los edificios integrantes de este conjunto datan todos de diversos años, remontándose a 1945 el último en construirse, específicamente, el Obispado.
Por su parte, el Colegio María Auxiliadora aparece como la más antigua de estas construcciones, bendecida por Monseñor Cagliero en 1892. La Catedral de la Merced se levantaría unos tantos años más tarde.
En la actualidad, la estructura del ex Colegio San Francisco de Sales, alberga al Museo Tecnológico del Agua y el Suelo, y al Museo Salesiano Cardenal Cagliero.
Un circuito perfecto para conectarse con la idiosincrasia local y la cultura de la región. Su impactante arquitectura también es un atractivo válido de conocer.
Factible de describirse como un espacio a orillas del mar dónde disfrutar del sol y la playa, El Cóndor encabeza el Camino de la Costa.
Es a lo largo de las costas de esta villa que la meseta culmina en el mar dando lugar a la aparición de los primeros acantilados que distinguen al litoral patagónico. El Mirador de Ceferino y el Primer Faro de la Patagonia Argentina se sitúan justamente en este punto de nacimiento, brindando al visitante una magnífica perspectiva de la pintoresca villa y del espectáculo que el río protagoniza al desembocar en el mar.
La agradable temperatura y la tranquilidad de la región hacen de las playas de El Cóndor espacios completamente disfrutables. Actividades náuticas como el windsurf y el surf, y disciplinas sobre improvisadas pistas de arena, entre las que destacan el carrovelismo, el kitebuggy y el windskate, suman emoción y adrenalina a la estadía en esta villa cercana a la ciudad de Viedma. La pesca es otra de las prácticas que atrae contingentes turísticos hacia estas distancias, ya que a sólo 3 km se accede a El Pescadero, un sitio donde los aficionados al deporte del pique hallan todas las condiciones necesarias para vivir excelentes jornadas de pesca nocturna, de costa y embarcada.
En territorio de Carmen de Patagones se alza la Bahía San Blas, un inimaginable pesquero destacado por la abundancia de peces que habita sus aguas, y por su muy completa gama de servicios.
En esta bahía pintada de un turquesa aguado, la pesca deportiva puede practicarse en diversas modalidades. Desde la costa o a bordo de modernas embarcaciones dispuestas por los prestadores de servicios de la zona, los aficionados por esta disciplina disfrutan de excelentes jornadas y de la satisfacción de obtener ejemplares significantes para la actividad. Una característica distintiva la constituye la emocionante pesca de tiburones que inunda de adrenalina el ambiente.
Viedma incorpora a su cartelera turística una singular visita a la ciudad más austral de la provincia de Buenos Aires. Partiendo desde la capital de Río Negro, y atravesando el río homónimo, el recorrido se torna completamente atractivo e invita a transitarlo con tiempo y disposición.
El acervo histórico compartido por ambas localidades permite iniciar el circuito visitando el Museo Regional Carmen de Patagones, el cual conserva firmes testimonios de la vida colonial. El edificio centenario de la Iglesia principal aguardará en segundo lugar, y dispondrá ante la mirada cautiva del visitante una interesante colección de banderas y medallas que alguna vez pertenecieron al Imperio Brasilero. A partir de aquí el itinerario se bifurca ofreciendo múltiples opciones: contemplación de las antiguas casonas, admiración del reconocido fuerte, descubrimiento de las cavernas que cobijaron a los primeros habitantes de la región. Cada rincón de Carmen de Patagones se brinda al turista para su conocimiento.
Un sitio que esta visita no puede omitir es el Cerro de la Caballada, desde el cual el visitante obtendrá una apasionante vista panorámica que atrapa la unión fluvial de las ciudades de Viedma y Patagones.
La excursión puede prolongarse hacia las afueras del casco urbano de Patagones, internándose en zona de chacras, y disfrutando de un entretenido turismo ecológico y rural.
