San Javier es un pequeño pueblo cercano a San Miguel de Tucumán, que destaca por sus hermosos parajes y tranquilidad para descansar en vacaciones. Con el cerro San Javier de fondo, la campiña fue el lugar elegido para erigir la estatua del Cristo Redentor, inaugurada en 1942, con 28 metros de altura y 135 kilos de peso.
Verdes, rojos, amarillos y azules se reúnen en San Javier, con campos de singular diseño e importantes destinos para visitar en sus alrededores. El primero es el Parque Sierra San Javier, dependiente de la Universidad Nacional de Tucumán, donde especies nativas se encuentran protegidas de la destructora mano del hombre.
Son más de 14 mil hectáreas de bosques, cuencas y montañas protegidas, donde el frágil ecosistema subsiste gracias a la ayuda de guarda parques de permanencia constante en el Parque.
El Parque San Javier, además, cuenta con una serie de senderos peatonales, los que son perfectos para pasar el día caminando entre el bosque y las especies nativas. Las más importantes son Anta Yacu (abierto martes y jueves), Las Yungas (se recorre en quince minutos), La Cascada (área de picnic), Puerta del Cielo, Funicular, La Niña, Los Lagos y La Chuña.
El complejo escultórico del Cristo Redentor tiene 28 m de altura en total y 135.800 kg de material. Juan Carlos Iramain fue su creador en el año 1942 y desde el año 1983 sus restos se encuentran enterrados al pie del monumento en el Cerro San Javier.
El Cristo se ubica en medio de un gran pastizal donde se puede realizar un picnic y tomar unos mates con la vista panorámica de las sierras, los cañaverales y la ciudad de San Miguel de Tucumán. La vista se va mejorando a medida que se ascienden los escalones de la escalinata al Cristo.
