Incorporando a su mural de belleza la placentera práctica de pesca deportiva, la ciudad de Malargüe y el departamento que encabeza, tienden a los pies del turismo piscícola cerca de 500 Kilómetros de ríos aptos para el desarrollo de esta apasionante disciplina. Con una temporada que va desde noviembre hasta mayo, y una Asociación de Pesca con Mosca dedicada a perfeccionar las condiciones cualitativas y cuantitativas del deporte del pique, Malargüe es elegida cada año por miles de pescadores.
En Malargüe, la regeneración del producto iniciada en el año 2000 resulta de modo constante una enorme cantidad de truchas que son sembradas en todos los ambientes del departamento, y también en otros lugares de la provincia de Mendoza, extendiendo ampliamente los espacios aptos para la pesca y la disponibilidad de peces valiosos para la práctica.
Pero, además, los ríos de Malargüe calificados para la pesca, presentan una ventaja comparativa con los de la Patagonia: la mayoría tiene caminos a la vera de los cursos de agua, y no se hallan alambrados, lo que permite un acceso irrestricto al lugar deseado. Entre los puntos más elegidos por los aficionados para lanzarse a la captura de codiciados ejemplares pueden nombrarse el Río Atuel; Río Salado; Río Malargüe y todos sus afluentes; Valle Hermoso; Río Chico y Río Poti Malal.
Una enorme variedad de arroyos se suman a esta oferta de contextos propicios desplegando ambientes malargüinos para todos los gustos, tentando a los pescadores, al igual que los paradisíacos ríos, con especies como trucha salmonada o arco iris, trucha marrón y Fontinari, pejerrey Gran Paraná.
