Cofre que resguarda gran parte de la historia de la joven localidad de General Roca, el Museo Lorenzo Vintter cuenta con poco más de medio siglo de vida, y debe su fundación al docente Manuel José Félix Arenaza, así como a los vecinos que lo apoyaron en esta iniciativa cultural.
Habiéndose trasladado de un lugar a otro desde su nacimiento, este museo regional finalmente dio en 1975 con el antiguo edificio municipal, un local que debido a su peso histórico y sus amplias dimensiones resultó apropiado para instalar definitivamente allí el reservorio cultural de la ciudad y la zona.
El Museo Lorenzo Vintter posee distintos salones, cada uno con su respectivo nombre y piezas, siempre de acuerdo con el momento histórico que recuerda. Así encontramos la sala Primeros Pobladores, que resguarda elementos de las tribus aborígenes que habitaron la zona; Encuentro de dos Mundos, donde puede leerse a través de los objetos y su orden la historia del choque entre el hombre blanco y los pobladores originarios; Campaña del General Roca, la cual recoge fotografías, vestimentas, documentos, armas y demás recuerdos de aquella época liderada por Roca; Fiesta de la Ciudad y Roca de Antaño, donde las piezas permiten conocer el estilo de vida y las tradiciones de los roquenses en épocas antiguas.
Se dice de General Roca que es una ciudad que respira arte, y que su destino estaba signado como polo cultural fundamental en la zona, razones por las cuales -se enfatiza-, quien visite Roca no puede omitir en sus paseos los puntos culturales que la constituyen.
Así nació este Circuito Cultural, que lleva de una escena a otra, brindando al visitante la oportunidad de conocer, disfrutar y compartir las creaciones locales, sus artistas, y las costumbres de estos.
Tal vez sea oportuno iniciar el recorrido descubriendo una de las primeras instituciones, la Casa de la Cultura que, a pesar de su antigüedad, continúa ofreciendo educación en variadas disciplinas y congregando a artistas de distintas partes del mundo en su sala de teatro, capaz de albergar a más de 150 personas. Y si se sigue la historia, lo apropiado sería continuar el itinerario por el Instituto Nacional Superior de Artes, ya que este nació en 1984 ocupando espacios en la Casa de la Cultura hasta que en 1996 se trasladó a su nuevo e incomparable edificio. Allí se encuentra actualmente el Instituto Universitario Patagónico de Artes (IUPA), dictando una excelente educación en las áreas de Música, Teatro, Cinematografía, Danzas y Bellas Artes. En el mismo complejo, el paseo se extiende hasta el encuentro con la Fundación Cultural Patagónica, dedicada a expandir la actividad cultural a través de seminarios, convenciones, y productos comunicacionales elaborados por su Centro de Producción.
Otro punto de referencia en este Circuito Cultural que no alcanza a abarcar todas las manifestaciones de General Roca, lo constituye el Museo Municipal de Bellas Artes “Juan Sánchez”, su colección de más de 200 obras, y sus permanentes exposiciones y propuestas culturales.
Un imperdible paseo por la cultura y el arte que siempre descubre en el camino nuevos puntos de contemplación y vivencias.
Exaltando la identidad cultural de la región, arraigando las tradiciones de los antepasados al presente, y permaneciendo en la pasión de diseñar y producir originales piezas, los artesanos locales exponen su trabajo diario cada fin de semana en la plaza central de la ciudad de General Roca, a la espera de la multitud de visitantes, y seguros de saber cautivarlos con la belleza y exotismo de sus creaciones.
Anillos, aros, collares; vestimenta de diversos materiales; pinturas, esculturas; cuchillos ornamentados; trabajos en cuero, lanas, cerámicas, metales, maderas; dulces, cerveza, frutas, verduras; exquiciteses de la gastronomía regional; y otras tantas obras inundan de admiración y tentación el ambiente festivo de la Feria Artesanal.
Manzana y vino son dos palabras claves en la cultura y la economía de la localidad de General Roca, razón por la cual este recorrido por las diversas etapas de la producción no puede faltar en el itinerario turístico de la zona.
Orientados por guías especializados en el tema, los visitantes podrán conocer la evolución de las frutas desde el árbol hasta la botella. Chacras, galpones de empaque, bodegas y sidreras constituyen las paradas inevitables de este Circuito Histórico Productivo, mediante el cual el turista puede vivenciar la cotidianeidad roquense y degustar sus exquisiteces frutales.
Este circuito turístico puede concretarse en cualquier época del año, pero es más bien interesante recorrerlo en verano, momento en que es posible apreciar el proceso de cosechado de manzanas que da fin al año de trabajo y esfuerzo del chacarero.
Tan interesante y atractiva como la ruta de la manzana, es la línea de bodegas que integran la localidad de General Roca, espacios donde el turista puede ingresar en el mundo de la uva y el alcohol, observando el ciclo de producción, recorriendo los viñedos, apreciando los toneles y cubas de roble, y degustando vinos de primer nivel.
Aromas, colores y sabores bien naturales, propios de General Roca, este complejo Circuito Productivo es digno de ser conocido y disfrutado.
Ostentando el calificativo de área recreativa, Isla 32 presenta una amplia gama de entretenidas actividades a realizar en la costa, a escasa distancia de la ciudad de General Roca. Natación, gimnasia, vóley, fútbol se combinan en la cartelera deportiva de este atractivo roquense, incorporando acción y energía al turismo por esta zona de Río Negro.
Espacio ideal para disfrutar plenamente de las vacaciones de verano, Isla 32 invita a dorarse al sol y a refrescarse en las apacibles aguas del balneario público. Naturaleza, tranquilidad, belleza paisajística, este lugar cautiva el paso de los turistas tentándolos a quedarse y ofreciéndoles una completa infraestructura de servicios que aseguran comodidad y deleite.
Reconocida como el área recreativa costera más importante de la región, Isla 32 se alza a 7Km del casco urbano de General Roca, y para llegar hasta ella se hace necesario partir por calle Primeros Pobladores o por Av. Viterbori, hacia el sur de la Ruta Nacional Nº 22.
Playa El Náutico es otro encantador espacio dónde disfrutar de jornadas activas al aire libre. Práctica de remo, esquí acuático o jet ski, son apenas una muestra de las desafiantes alternativas acuáticas que presenta este sitio de hermosura natural, situado al este del Puente Carretero.
Balsa Vieja, es la opción más tranquila de la zona. Aquí es posible disfrutar del pleno contacto con la naturaleza de un modo sereno y prácticamente solitario. Conformada por playas de canto rodado, brota hacia el oeste del Puente Carretero, ideal para el disfrute de pic-nics entre amigos o en familia. Si bien carece de los servicios que sí presentan las anteriores, y no se encuentra habilitada como balneario debido a las características de este tramo del río, Balsa Vieja cautiva con su paisaje, su apacibilidad y el relax renovador que solo es posible hallar en su espacio.
Según recuerda la historia, todo tuvo su origen hacia principios del Siglo XX, cuando un vecino del lugar, Antonio Córdoba, construyó una balsa con el objeto de unir las dos orillas del río Negro. Así nació el sistema de comunicación que con el tiempo sería conocido como Paso Córdoba, y que en 1997 sería declarado Área Natural Protegida.
Esta área se diversifica en bellezas y atractivos, siendo uno de sus paisajes más destacados el denominado Valle de la Luna: un desierto de suelo embrionario, casi desprovisto de vegetación, y modelado por el viento y la lluvia. El cañadón Caracoles y la Bajada de los Caballos, son otros de los encantadores espacios que atraen al turismo hacia sus bellezas; pero ninguno de ellos se compara con el Mirador Tres Cruces, un punto panorámico que permite vislumbrar el fuerte contraste entre el valle, la estepa patagónica, el río, la ciudad de General Roca y las bardas del norte. Casi como un collage natural, la perspectiva lograda desde este mirador quedará grabada en la retina del visitante por siempre.
Escenario ideal para la práctica de deportes de aventura, Paso Córdoba brinda su terreno a favor de la adrenalina de los turistas: travesías 4x4, ciclismo de montaña, rappel, vuelos en parapente. Pero hay algo aún más aventurado que el visitante no puede perderse, la novedosa propuesta de Trekking Nocturno consistente en una caminata por plena meseta a la luz de la luna, atravesando cañadones, subiendo montañas, descubriendo senderos naturales; siempre en compañía de un guía experimentado que a lo largo del camino relata historias y particularidades del lugar, para finalizar el paseo con una fogata a la orilla del río Negro.
