Parte integrante del circuito turístico alternativo “El Cielo con las Manos”, donde la comunidad actúa como gerenciadora de su propio patrimonio natural y cultural, el Museo Étnico y Arqueológico de San Antonio de Los Cobres constituye la efectivización de un importante paso en pos del desarrollo local.
Este museo es reconocido bajo el nombre de ANTAPU, y sus principales objetivos comprenden: la reconciliación con el patrimonio integral, su conservación y usufructo, como una responsabilidad compartida entre el museo y la comunidad; el desarrollo conjunto de actividades y proyectos en beneficio de la ciudad; la recopilación de vestigios de la cultura oral, los mitos, las creencias y ritos que tienden a desaparecer bajo el manto de la cultura dominante.
Maravillosa obra de ingeniería, el Viaducto la Polvorilla, situado a 63 m de altura, dibuja un arco sobre el cual se asientan las vías del ferrocarril, constituyendo una estación de relevancia en el inigualable Tren a las Nubes.
Rulos, túneles y otras apasionantes sinuosidades, atrapan a los viajeros en la propuesta de una experiencia totalmente diferente.
Pero no sólo el Viaducto La Polvorilla constituye el atractivo, sino todo el ramal 14 del Ferrocarril Belgrano, conocido también como “Waiquitina”, encargado de unir la provincia de Salta con el puerto de la chilena Antofagasta.
Yacimiento arqueológico a cielo abierto, sobresaliente entre las más importantes áreas de alta montaña, la antigua ciudad de Tastil es la primer, y ampliamente valiosa, parada en el circuito de altura.
Tastil fue originariamente una ciudad preincaica, situada a 3 mil metros, entre el borde oriental de la puna y el sistema de los Andes Orientales.
Su cultura conserva características autóctonas con orígenes claramente precolombinos, creencias y ritos, algunos de los cuales continúan vigentes en la actualidad como ser la novena y la muerte del perrito.
Verdadero desafío para los andinistas, el Cerro Acay permite también el ascenso de turistas poco experimentados en el montañismo. En este caso, se realiza un abordaje de la altura en forma paulatina, con paradas intermedias, respetando las condiciones físicas de los excursionistas.
Una de las opciones consiste en detenerse por primera vez a los 4500 m, altura en la cual es posible disfrutar de una caminata por un sendero utilizado en su momento para la explotación de la mina de hierro conocida como “La Bety”.
El Acay era un sitio sagrado para los Incas y allí realizaban ofrendas al igual que en todos los volcanes de la zona.
