Hoy se la conoce como Plaza Independencia, posee gran vegetación y luce en su centro una fuente de piedra granito. Frente a ella se alza la Iglesia del Perpetuo Socorro, destacable por su arquitectura de piedra canteada.
Con el estilo de la arquitectura ferroviaria inglesa, este predio conserva los edificios y galpones que cumplieron su función de estación desde 1907, con la llegada del primer tren, hasta 1993, con la llegada del último vagón con pasajeros.
En el lugar existe una pasarela peatonal que puede aprovecharse como mirador de la ciudad, logrando una apasionante vista panorámica.
Así, el Ferrocarril se convierte en un atractivo urbano de La Quiaca, capaz de trasladar hasta su pasado más reciente.
Las vías dividen en dos a la ciudad, quedando el Sector Oeste entre las avenidas España y Sarmiento; y el Sector Este entre Lamadrid y Güemes.
Espacio preparado delicadamente para el desarrollo físico en suma tranquilidad, el Centro de Alto Rendimiento se incluye en la propuesta turística de La Quiaca principalmente por dos razones: por hallarse en él la cancha de césped natural donde la Selección Nacional de Fútbol practica y concentra en la previa a los enfrentamientos con su rival boliviano; y por contar en su extensión con una magnífica pileta climatizada cuya agua se encuentra permanentemente a 27ºC.
Espacio donde la cultura aflora y el visitante puede sentirse parte de ella, el Mercado Central de La Quiaca constituye un sitio de intercambio donde adquirir y degustar las comidas y bebidas típicas de la región, así como los productos recién llegaditos, traídos a lomo de burro por los productores rurales.
Un sector colorido, aromatizado con perfumes naturales, y dibujado con la rusticidad característica de la zona, el Mercado es un lugar de encuentro entre turistas y lugareños.
Cruzando la Quebrada del Río La Quiaca, el Puente Internacional Horacio Guzmán comunica a la ciudad con el vecino país de Bolivia, específicamente con la pintoresca localidad de Villazón.
Una vista panorámica incomparable del imponente y árido paisaje, seducen a la travesía de recorrerlo, significando además el cruce de una cultura a otra y la posibilidad de experimentar ambas.
De este lado del puente, del lado argentino, se lleva a cabo, el tercer y cuarto domingo de octubre, la Fiesta de la Olla o Fiesta Manca, donde los mercaderes de la puna intercambian productos de la región y sus alrededores.
Piezas cerámicas y líticas pertenecientes a las culturas que habitaran antiguamente el territorio de La Quiaca componen la colección del Museo Etnográfico Musojñian, por cuyo interior bastará un recorrido para iniciarse en el conocimiento de la historia precolombina que envuelve a toda la región.
Otros objetos completan la exposición permitiendo un acercamiento a la naturaleza y los aspectos paleontológicos propios del lugar.
Atrayente sistema montañoso, rico en mármol, ónix y piedras calcáreas, el Cerro Los Siete Hermanos involucra una zona preservada donde las formaciones rocosas presentan creativos petroglifos de figuras humanas, llamas, espirales.
Este sistema, que corta de norte a sur el camino que une La Quiaca con Yavi, ostenta siete crestas las cuales siguen una línea suroeste / noroeste, coincidiendo el extremo norte con la localidad de Yavi y el extremo sur con el caserío de Barrios.
Los cerros aparentan abanicos pétreos de gran hermosura motivando a su contemplación y recorrido. Al llegar a sus cimas se puede apreciar la imponente belleza del territorio puneño, así como divisar los poblados circundantes.
Al pie del último cerro, en una depresión natural de su extensa planicie, durante la época estival se almacena el agua formando la reconocida Laguna Colorada.
Declarada Monumento Natural en la década del ’80 con el fin de proteger su ecosistema y, muy especialmente, las especies faunísticas que en ella cohabitan, la Laguna de los Pozuelos constituye un atractivo natural por excelencia de toda la región puneña.
La laguna cuenta con unas 15 mil hectáreas en sus buenas épocas, y dada su importancia como hábitat de numerosas aves, ocupa una considerable posición en la Lista de Humedales de Importancia Internacional.
El parque consiste en la laguna misma, y en él muchos representantes de la vida vegetal y animal han sufrido adaptaciones particulares sólo ubicables en La Puna.
La rica avifauna acuática incluye unas 44 especies, y sus integrantes más llamativos son los flamencos, ya sea australes, parinas grandes o parinas chicas.
Se extiende en el extremo norte del territorio provincial, hacia el sur de La Quiaca, entre las localidades de Rinconada, Lagunillas, Yoscaba, Cieneguillas y Pozuelos.
A unos 16 km de La Quiaca , está el pueblo de Yavi, que cuenta con una larga historia, y algunos mitos. Sin duda unos de sus atractivos más conocidos es su única capilla, que fue terminada en el 1690 con el arribo de los primeros españoles. De gran belleza arquitectónica.
El púlpito, los altares y los retablos son realzados por una cubierta de láminas de oro. Posee cuadros y notables esculturas de madera, como las de San Francisco, San JuanBautista, San José, Santa Ana y San Joaquín fueron traídas desde el Cuzco, y según una antigua descripción, ” tiene once ventanas, las diez de ellas de más de dos varas de alto y una de ancho que, en lugar de vidrieras, las ocupan piezas de ónix blanco de cuatro dedos de grueso, transparentes como el cristal, traídas a mucha costa de más de 200 leguas, que dan claridad admirable a toda la iglesia.”
A pocos metros de la Iglesia se encuentra, lo que fue la casa del Marques de Yavi en el Siglo XVIII, actualmente (desde el més de junio del 2005) funciona como Biblitéca y Museo exponiendo elementos y réplicas que pertenecieron a los ex-habitantes del lugar, tambien se exponen algunos restos de instrumentos que utilizaban los aborígines de ese lugar.