Villavicencio, desde comienzos del siglo XX constituyó la imagen clásica de la montaña mendocina y junto a sus hermosos jardines y parques conforman un paseo inolvidable en cualquier época del año, donde los turistas pueden apreciar la belleza de la zona en distintas tonalidades de acuerdo a la estación.
En Villavicencio encontramos fuentes naturales de agua mineral. Con cada gota de lluvia, con cada copo de nieve que cae sobre el Aconcagua (6.959 m sobre el nivel del mar ), comienza el nacimiento del agua Villavicencio. El agua por gravedad se infiltra en el interior de la montaña a través de las rocas y desciende hacia formaciones devónicas alcanzando grandes profundidades. Desde allí, las fuertes presiones y altas temperaturas vuelven a impulsarla hacia la superficie a través de una fractura tectónica, aflorando en forma de manantial a 1.750 m de altitud.
En 1940 fue construido el Hotel de Villavicencio y funcionó desde entonces como un centro termal al que llegaban visitantes de todo el país y el exterior. El hotel permanece cerrado desde 1978 y cuenta actualmente con una fachada que conserva su belleza original.
En 2001, la Dirección de Recursos Naturales declaró Área Natural Protegida a la zona que rodea el hotel. La reserva abarca una superficie total de 70.000 hectáreas, protegidas por su diversidad biológica y su valor histórico, cultural y arqueológico.
Se esta construyendo un nuevo Hotel en el lugar, la obra comenzó en el 2010 y se espera que culmine en el 2012.