Circuito urbano que recorre las calles de la ciudad invitando a la admiración de sus bellezas naturales y culturales, y acercando la historia de la región a partir de monumentos y otros espacios interesantes.
Bajo el nombre de la última Ona pura residente en Río Grande, este museo exhibe retazos de la historia y la cultura que hallaron los colonizadores al llegar a estas tierras. También se encontrarán en sus salas elementos y documentos propios de la historia contemporánea, fauna, flora, exploración de petróleo y primera línea aérea.
Fotografías, réplicas a escala de las chozas, máscaras y pinturas de la cultura Ona, llevan a los visitantes en un viaje hacia el pasado. En el lugar también pueden adquirirse canastas y cuadros.
Espacio recreativo para la comunidad y los turistas que visitan la ciudad, encontrándose en él una gran oferta de artesanías en variadas formas, colores y texturas.
Fascinante accidente geográfico cuyos casi 100 m de altitud invitan a recorrerlo en intensas caminatas, disfrutando de la tranquilidad lugareña y la armonía silenciosa de la naturaleza.
Además de su belleza prodigable, Cabo Domingo forma parte de la historia fueguina, tanto por los hechos que acontecieron en sus inmediaciones, como por el hecho de haber sido designado sitio arqueológico. Esto último debido a que desde el camino que lleva hacia él por Laguna El Remanso, hasta en sus propias delimitaciones, Cabo Domingo conserva restos del asentamiento aborigen selknam, de importancia histórico- cultural.
Pasada la laguna, luego de haber sido capturado por la hermosura de la avifauna surcando el cielo de Río Grande, se encuentra el cabo, un punto panorámico de perspectivas excepcionales que otorga valor al trayecto realizado previamente.
Ideal para una jornada de relax y distensión en contacto con la naturaleza.
Como un collage paisajístico, el Cabo San Pablo ofrece la posibilidad prácticamente única de encontrar en un mismo y delimitado espacio altivas montañas, frondosos bosques, un mar translúcido y un apacible río. Fascinante e imperdible para los amantes de la naturaleza, constituye a su vez la trampa perfecta en la cual capturar al turista más esquivo, sorprendiéndolo con la perfección de este paisaje múltiple.
Admirable desde la intención de visitarlo, para llegar a Cabo San Pablo se parte desde la ciudad de Río Grande transitando por un encantador camino ornamentado por vistas panorámicas de cerros y bosques de lengas.
Una postal imperdible de este lugar la constituye el casco herrumbrado del barco “Desdémona”, encallado frente a sus cautivantes costas.