Circuito urbano que recorre las calles de la ciudad invitando a la admiración de sus bellezas naturales y culturales, y acercando la historia de la región a partir de monumentos y otros espacios interesantes.

• Entrada y Salida: al ingresar a Río Grande, un conjunto de formas que homenajean al ovejero, destacando así una de las actividades básicas de la región, dan la bienvenida a los visitantes; mientras a la salida, sobre Ruta Nacional Nº 3, se halla el monumento a la pesca deportiva, otra característica actividad de la zona.
• Paseo de la Ciudad: se extiende a lo largo de la calle principal de la ciudad de Río Grande exhibiendo sus encantadoras flores y una apropiada iluminación, lo que en conjunto constituye un paisaje irresistible capaz de cautivar la mirada del turista.
• Monumento al Padre de la Patria: referente único y obligado para la tradicional celebración Esperando el 25. Comenzó siendo tan sólo un busto, para luego convertirse en una estatua que reflejara el cuerpo entero del General San Martín.
• Paseo Crucero General Belgrano: espacio indudablemente unido a la Gesta de Malvinas, que perpetúa la memoria con una estética distinta.
• Antiguo Puente Colgante: construido en 1918, constituyó la primera y única posibilidad de cruzar el Río Grande. Con sus 110 m, hoy fuera de servicio, el puente se alza sobre la Ruta Nacional Nº 3, a 11 km al sur de la ciudad de Río Grande.

Bajo el nombre de la última Ona pura residente en Río Grande, este museo exhibe retazos de la historia y la cultura que hallaron los colonizadores al llegar a estas tierras. También se encontrarán en sus salas elementos y documentos propios de la historia contemporánea, fauna, flora, exploración de petróleo y primera línea aérea.

Fotografías, réplicas a escala de las chozas, máscaras y pinturas de la cultura Ona, llevan a los visitantes en un viaje hacia el pasado. En el lugar también pueden adquirirse canastas y cuadros.

Espacio recreativo para la comunidad y los turistas que visitan la ciudad, encontrándose en él una gran oferta de artesanías en variadas formas, colores y texturas.

• Capilla: inaugurada en 1899, su arquitectura romántica alberga un altar de madera, crucifijos, misales, candelabros, armonios y un cuadro de Ntra. Señora de la Candelaria.
• Casa de la Misión: preserva los dormitorios que pertenecieron a Monseñor José Fagnano, al director de la Casa Salesiana y a huéspedes destacados.
• Casa de las Hermanas de María Auxiliadora: se han recreado en el lugar el taller de telar y costura donde las hermanas misioneras trabajaban con las aborígenes.
• Escuela Agrotécnica: originada en 1938 como escuela primaria, hoy educa en el trabajo rural: invernaderos, forrajes, ganadería, tambo bovino y ovino, cría de porcinos y pollos, dulcería, licores y quesos. Pueden adquirirse los productos de su producción.
• Museo Regional Monseñor Fagnano: reconocido como uno de los más importantes de la Patagonia. En su planta baja sigue el proceso histórico desde la fundación de la orden de Don Bosco hasta la de la Misión, presentando además referencias antropológicas de las etnias fueguinas selknam y yámana; mientras que la planta alta exhibe los ecosistemas que conforman la Isla Grande, con su fauna y distintos aspectos geológicos y arqueológicos.

Fascinante accidente geográfico cuyos casi 100 m de altitud invitan a recorrerlo en intensas caminatas, disfrutando de la tranquilidad lugareña y la armonía silenciosa de la naturaleza.

Además de su belleza prodigable, Cabo Domingo forma parte de la historia fueguina, tanto por los hechos que acontecieron en sus inmediaciones, como por el hecho de haber sido designado sitio arqueológico. Esto último debido a que desde el camino que lleva hacia él por Laguna El Remanso, hasta en sus propias delimitaciones, Cabo Domingo conserva restos del asentamiento aborigen selknam, de importancia histórico- cultural.

Pasada la laguna, luego de haber sido capturado por la hermosura de la avifauna surcando el cielo de Río Grande, se encuentra el cabo, un punto panorámico de perspectivas excepcionales que otorga valor al trayecto realizado previamente.

Ideal para una jornada de relax y distensión en contacto con la naturaleza.

Como un collage paisajístico, el Cabo San Pablo ofrece la posibilidad prácticamente única de encontrar en un mismo y delimitado espacio altivas montañas, frondosos bosques, un mar translúcido y un apacible río. Fascinante e imperdible para los amantes de la naturaleza, constituye a su vez la trampa perfecta en la cual capturar al turista más esquivo, sorprendiéndolo con la perfección de este paisaje múltiple.

Admirable desde la intención de visitarlo, para llegar a Cabo San Pablo se parte desde la ciudad de Río Grande transitando por un encantador camino ornamentado por vistas panorámicas de cerros y bosques de lengas.

Una postal imperdible de este lugar la constituye el casco herrumbrado del barco “Desdémona”, encallado frente a sus cautivantes costas.