Orgullosa y desafiante, la ciudad de El Chaltén resguarda dentro de sus límites territoriales al cerro Fitz Roy, conocido por los aborígenes como Chaltén, de 3405 m sobre el nivel del mar y al cerro Torre de 3128 m sobre el nivel del mar, arrogándose el privilegio de contener dos de las montañas más difícil de escalar a nivel mundial.
Situados al norte del Parque Nacional Los Glaciares marcando un límite natural con Chile, estos picos seducen constantemente a los apasionados por la escalada, que llegan de los más diversos puntos del mundo dispuestos a desafiarlos y superar las dificultades.
Ascendidos por primera vez en distintos años de la misma década, la década del 50 del Siglo XX, ambos presentan como temporada ideal de ascenso los meses de febrero y marzo, y a pesar de haber sido ya conquistados numerosas veces, continúan siendo uno de los principales retos de los amantes de la adrenalina y el alpinismo.
El terreno es ideal, además, para el avistaje de numerosas especies autóctonas, entre las que resaltan el pequeño pudú, el huemul y el magnífico cóndor.
El conjunto pétreo encabezado por el Fitz Roy se conforma de izquierda a derecha por las agujas Saint Exupéry -de 2558m de altura-, Poincenot -3002 m.-, Mermoz -2732 m- y Guillaumet -2574 m-. De esta masa se desprenden glaciares que a su vez dan origen a lagunas, constituyendo una cadena de atractivos que el visitante podrá recorrer y conocer paso a paso a través de diversos circuitos de trekking.
Encantadores y sorprendentes, todos los senderos discurren por frescos y reparados bosques de lengas y ñires achaparrados por el viento, en los que es habitual toparse con carpinteros magallánicos, zorzales patagónicos, fío-fíos y otras tantas especies componentes de la avifauna autóctona.
Toda esta zona recibe el apodo de El Ventilador, acertada referencia ya que a estas alturas las ráfagas de viento patagónico amenazan con volar a los excursionistas.
Bellas postales de El Chaltén, las agujas se erigen altivas exhibiendo sus majestuosas cumbres nevadas, y tentando con un eco silencioso al descubrimiento de sus privilegios naturales.
Encadenada unas con otras, las lagunas que ornamentan el territorio de El Chaltén se incorporan a su cartelera turística como atractivos de excelencia que ningún visitante puede dejar de conocer.
Inmensamente bello, inmaculado y desafiante, el territorio de El Chaltén lanza una silenciosa pero seductora invitación a recorrer sus senderos y descubrir sus desafiantes atractivos. Entre ellos, tan fríos como deslumbrantes, los glaciares Viedma, Piedras Blancas, Pollote, Torre y Marconi, constituyen sitios de visita obligada para los turistas que llegan hasta estas distancias de Santa Cruz.
Trekking sobre el glaciar Torre; excursión lacustre hacia el glaciar Viedma; toda actividad relacionada a estos blancos bloques de hielo exigen cierto estado físico y, más importante aún, espíritu de aventura.
Una excursión imperdible la constituye la navegación del Lago Viedma. Zarpando la embarcación de la Bahía Túnel, cruza el lago y se detiene frente al glaciar Viedma para realizar un trekking de aproximación al ventisquero. Descubrimiento de cuevas de hielo y paseos sobre la gélida superficie del glaciar sacian la adrenalina en esta incomparable travesía patagónica.