Brotando en el sur argentino y posicionándose como un gigantesco pesquero de excelencia mundial, Chubut extiende sus numerosos cursos de agua seduciendo a los pescadores con ejemplares de especies y tamaños codiciados. Hacia el oeste de la provincia, y enclavados en valles montañosos, ríos y lagos conforman esta zona ideal para la práctica del deporte del pique en sus más diversas modalidades.
Con una temporada que se extiende desde mediados de noviembre hasta el mes de abril, y con una adecuada política de conservación y guiado, las cuencas de los ríos Puelo, Futaleufú, Chubut, Corcovado, Pico y Senguer, ofrecen sus variadas especies de salmónidos para deleite de los pescadores deportivos. Truchas Arco Iris, Fontinalis, Marrones; trucha Criolla; y Salmón del Pacífico, son algunas de las presas que hacen al placer de los aficionados invitándolos a un nuevo lance.
Y si de especificar sitios propicios para el pique se trata, pejerrey, róbalo, cazón, mero, palometa, salmón constituyen sólo ejemplos de los ansiados ejemplares que los pescadores pueden capturar en los cursos de agua que atraviesan las ciudades de Esquel, Rawson y Comodoro Rivadavia. Mención aparte merece la pesca deportiva que atrae apasionados hacia los lagos, arroyos y ríos de Trevelin; las aguas del río Epuyén en El Hoyo; los ríos tributarios de Lago Puelo; y el dique de Villa Ameghino.
En la provincia de Chubut el pescador cuenta además con la confiable orientación de la Asociación de Guías de Pesca, un grupo de treinta y cinco veteranos dedicado a la conservación y protección del recurso, que se maneja bajo los conceptos de la captura con devolución de piezas practicada por adeptos en todo el mundo.
Las políticas de conservación y protección del recurso encuentran un adecuado correlato en la presencia de unos 35 veteranos guías de pesca, nucleados en torno a la Asociación de Guías de Pesca del Chubut. Especializados y en permanente contacto con los organismos oficiales y con sus pares de las provincias patagónicas, los guías de pesca están desarrollando numerosas iniciativas que van mucho más allá del simple guiado del pescador a los lugares más efectivos para la captura de un pez.
Avanzando en la filosofía de la captura con devolución de las piezas, modalidad que en los últimos diez años ha ganado adeptos en todo el mundo, la pesca con mosca o fly casting, es hoy sinónimo de conservación del ambiente.
De la pasión por capturar un legendario ejemplar que supere la marca de los diez kilos, hoy el pescador deportivo sabe que la esencia de su afición es la posibilidad que ésta le brinda de conocer lugares maravillosos, pasar momentos únicos en un ambiente tan agreste y natural al que sólo unos pocos seres humanos tienen el privilegio de acceder y enfrentar a un animal en su medio, vencerlo en su propio elemento y con su mejor arma: la astucia. Y además dejarlo vivir para que otro pescador pueda disfrutar de tamaña experiencia.
Es en torno a esa filosofía que entidades como la Fundación Challhuaco (de la lengua mapuche, aguas de buena pesca), creadas por los propios guías de pesca de la cordillera, desarrollan actividades tendientes a concientizar sobre la preservación del medio ambiente no sólo a los amantes de la pesca deportiva, sino también a las comunidades que habitan en los ambientes cordilleranos impactando sobre éstos en mayor o menor medida.